Se cita por primera vez en el "Libro de los Privilegios de Zalamea la Real" (1592), cuando en el proceso de amojonamiento del término de Zalamea la Real, en el siglo XVI, se indica que “….el mismo día fue al rollo de piedra que está en el camino del señor San Sebastián...”haciendo honor a la imagen que originariamente se veneraba. A mediados del siglo XVIII se había colocado una imagen de la Divina Pastora a expensas del Miguel de León Bolaños, fraile capuchino más conocido como Fray Miguel de Zalamea, misionario apostólico y guardián del convento de Marchena.
Posee un ábside abierto con bóveda octogonal sobre otra que descansa sobre pechinas. En la fachada destaca la espadaña frontal. El artesonado es de vigas labradas. En cuanto a sus bienes muebles destaca la imagen de la Divina Pastora realizada por Sebastián Santos Rojas. De ella parte la comitiva que cada segundo fin de semana de mayo se dirige en peregrinación hasta El Romerito.